sábado, 3 de agosto de 2013

SOBRE NUESTRO ÚLTIMO CURSO SOBRE EL LOBO

Los últimos días de Julio, han sido el marco temporal elegido para desarrollar un nuevo curso  monográfico sobre el lobo: Conservación, gestión y patrimonio cultural asociado al lobo en el Noroeste de Zamora (Sanabria y Sierra de La Culebra). Y esta nueva entrada de blog, pretende ser un resumen sucinto de las intensas emociones, los múltiples detalles y las numerosas observaciones que la naturaleza nos ha regalado entre el miércoles 24 y el domingo 28. Nos resulta increíble poder trabajar en lo que más nos gusta, mejorando poco a poco el conocimiento del lobo en la sociedad y poder dirigir nuestros esfuerzos hacia un cambio de percepción sobre esta especie.

Después de dar la bienvenida a los participantes, tras la charla introductoria sobre el contexto biogeográfico y el ecoturismo y después también, de cenar en la Hospedería El Pico del Fraile, nos adentramos –a la luz de la luna- en la abundante tradición oral que el lobo ha dejado en los habitantes del noroeste zamorano. El romance de la loba parda o la historia de “El Litri” (un valiente mastín que desarrolló su vida “profesional” en los valles cercanos a Riomanzanas),  introducen a los participantes un poco más, en el mundo del lobo y en sus relaciones con el hombre.

Durante la charla introductoria.
El romancero del lobo a la luz de la luna.


Tras un primer y duro madrugón (típico de estas fechas veraniegas) y tras desplazarnos hasta la espera cuando la luz es aún escasa, el amanecer se presenta atípico: hay niebla y estamos a finales de Julio. Los telescopios montados, tienen que esperar más de una hora para comenzar a trabajar y todos nosotros, nos vemos obligados a charlar un rato, en voz baja y al abrigo de unas peñas, mientras dirigimos nuestras miradas al lugar donde se espera el sol. A partir de las 8:15, la bruma comienza a desaparecer y empiezan a dominar los claros; observamos un buen puñado de ciervos, algún cervatillo acompañado de su madre y un macho de aguilucho cenizo. El tiempo que nos espera en los siguientes días es perfecto.

Los telescopios en un descanso matinal motivado por la niebla.
Realizando una espera en la comarca de La Carballeda.


Un lobo cazando va a ser el protagonista absoluto del tercero de nuestros intentos de observación. A las 8:10 de la mañana uno de nosotros canta con firmeza la expresión más esperada…¡un lobo! La luz de la mañana sobre el matorral hace destacar a casi dos kilómetros de distancia el movimiento de un lobo que se mueve al trote por un cortafuegos durante varios centenares de metros para desaparecer en un bosquete. La alegría de todos los participantes es enorme y se manifiesta con múltiples abrazos e incluso en alguno de ellos con lágrimas en los ojos…”¡casi cuarenta años esperando este momento!” afirma uno de los observadores. Pero la secuencia del día no había acabado. Numerosos ciervos salen huyendo -de la espesa mancha de árboles donde el lobo se había ocultado- a los brezales que lo rodean; el lobo aparece de nuevo en el campo visual, acorta distancias y se centra en perseguir a una cierva con una cría. Durante unos 1.200 metros (según la cartografía), el lobo persigue a los dos herbívoros al galope entre el matorral; la cría, a pesar de su corta edad (unos dos meses) no se despega lo más mínimo y durante toda la secuencia de su madre. Selección natural pura y dura. Un proceso que ha marcado la evolución y que se manifiesta todos los días en el noroeste zamorano.



Un hermoso lobo campeando en su hábitat.

Las representaciones etnográficas relacionadas con el lobo no han faltado en nuestro curso. Hemos conocido en detalle las carlancas, utilizando para ello una colección propia realizada durante los últimos años. También hemos visitado el centro de interpretación de la vida pastoril “Los Corralones”, de Ferreras de Arriba donde hemos profundizado en las costumbres pastoriles, en las razas ovinas, en las rutas de trashumancia o en el atuendo de los pastores. Hemos conocido de cerca las impresionantes trampas cinegéticas históricas para cazar lobos de Lubián y Barjacoba. En el entorno del Curro de Barjacoba, han sido abundantes los corzos (algunos de los cuales en pleno apogeo amoroso); además hemos  observado durante más de una hora un ejemplar de águila real de dos o tres años que, atalayada en unas peñas, oteaba las praderas cercanas quizá en busca de liebres, perdices rojas y perdices pardillas. Un atardecer espectacular cerró el tercer día de nuestro curso.


Un estudio de las carlancas.
Conociendo la cultura pastoril de la Sierra de La Culebra.
Asomados al Curro de Barjacoba,

El jabalí, una especie complicada de observar en los prados de la Culebra, nos sorprendió con dos bellas secuencias. Por un lado nos deleitamos con un grupo familiar compuesto por varias hembras y sus crías alimentándose entre los matorrales y los claros de una ladera; este tipo de asociaciones entre hembras supone quizá, una herramienta de primer orden para defender a los rayones de los lobos. También observamos (aunque no todos) un bello ejemplar de muy buen porte parado junto a la carretera a las doce de la mañana, que incluso se mantuvo inmóvil unos segundos tras bajarnos del automóvil para observarle; quizá una cuadrilla forestal cercana que se encontraba trabajando en un robledal cercano desencamó al marrano de su refugio diurno.

No podemos olvidar tampoco a otras especies de fauna que también han sido protagonistas estos días. Varios ejemplares de liebre ibérica se han puesto delante de nuestros vehículos, para lo que hemos tenido que ser enormemente pacientes, apagar las luces y esperar que las rabonas encontraran su camino en el matorral, alejados de las peligrosas carreteras. Hemos observado también durante estos días un zorro, varios conejos y un par de erizos comunes (uno de ellos una cría). Las ciervas y los cervatillos (de hermosa librea y algunos que hemos observado lactando) y los venados, han sido otros también protagonistas de la semana.

Una cierva entre el matorral.
Venados luciendo el terciopelo.
Unidad familiar de hembras de ciervo. Cervatillo con su moteado característico.

Como estaba previsto, Jorge Echegaray participó una vez más en el programa del curso, pero esta vez, su interesante charla fue impartida por Skype. De hecho, en los últimos años, este sistema se utiliza cada vez con mayor frecuencia en jornadas, cursos, congresos, etc. Son muchos los motivos y no es necesario explicar la necesidad de reducir el consumo de combustibles fósiles y las emisiones de gases de efecto invernadero derivados del transporte y que de este modo, se minimizan. Un granito de arena en lo que desde Llobu, consideramos que debe ser el ecoturismo.


Jorge Echegaray en su intervención por Skype.

La visita a la explotación ganadera de Alberto fue como en pasadas ocasiones, espectacular. Sus mastines, sus perros carea, su millar largo de ovejas, sus encuentros con el lobo y especialmente, su simpatía, su capacidad para transmitir el amor por su trabajo y su sentido del humor, han  sido una vez más, un recurso importantísimo, un pilar podríamos decir, del desarrollo de nuestros cursos. No entendemos la ganadería si no es correctamente manejada y defendida del lobo. Un ejemplo a seguir de coherencia y sostenibilidad. Ganados, lobos y humanos en un mismo territorio ¡es posible!


Alberto en su explotación.
Mastín alimentándose.
Rebaño de oveja castellana.

El conocimiento riguroso del lobo se manifestó de diferentes formas. Y no faltó una actividad que tanto gusta a los participantes y que denominamos “El lobo en detalle”. De ese modo, los cursistas conocieron de cerca los secretos de la craneometría del lobo y del perro (diferencias, ángulo de Iljin, maseteros, cresta sagital, muelas carniceras, etc.), así como los tipos de pelo (jarra, borra y vibrisas) y otros pormenores del pelaje de los lobos ibéricos (mancha masetérica, gola, silla de montar, mancha de la glándula violeta, etc.).


Un estudio sobre el esqueleto del lobo.
Cráneos de lobo en primera fila y de perro al fondo, durante un taller de craneometría.
Profundizando en los diferentes matices del pelaje de nuestros lobos.
María Martín aportó su experiencia con el análisis de noticias de prensa sobre el lobo y apostó por buscar soluciones al conflicto (irreal y deformado) que ofrece la prensa y otros medios de comunicación sobre el lobo. De ahí sus sugerencias para que todos los ciudadanos colaboremos en cambiar este aspecto que tanto puede influir en la conservación de nuestros lobos.


Sabias sugerencias en la charla de María Martín.
La última espera nos brindó la oportunidad de observar un nuevo lobo desplazándose por un cortafuegos a las 8:15 de la mañana. Aunque la distancia era larga (cerca de dos km), la potencia de los telescopios nos permitió disfrutar de un par de minutos de esta joya zoológica en su hábitat. De igual modo,  la postura del animal mientras orinaba, nos permitió identificar su sexo, en este caso una loba. No disponemos de imágenes de esta secuencia, que sin duda quedará en nuestro recuerdo y con todo detalle, en nuestro cuaderno de campo.

Queremos agradecer desde este blog a Toño y a Mónica, gerentes de El Pico del Fraile (en la localidad de Cobreros), su profesionalidad, su gastronomía y entusiasmo por el trabajo que hacen; gracias también por apoyar nuestras ideas y nuestra filosofía de trabajo, por apostar con decisión por un turismo diferente, un turismo responsable (o al menos lo intentamos con muchas ganas) y calidad que busca hacer compatible el desarrollo con la conservación de la naturaleza.

En El Pico del Fraile gastronomía y vino tinto, manjares de dioses.

Por último, antes de la foto de grupo, los participantes recibieron un certificado de participación emitido por LLobu, una postal (con una estupenda fotografía cedida por Jose Barrueso ¡gracias Pepe!), además de numerosos materiales sobre el lobo (artículos, documentales y otros) en formato digital (evitando así la impresión de numerosas copias en papel y contribuyendo un poco más a la sostenibilidad ambiental).
¡Esperamos que os haya gustado la entrada! ¡Gracias a todos por seguirnos!


Cristobal con su certificado de participación.
Foto de grupo en la puerta de El Pico del Fraile.


1 comentario:

  1. Magnífico trabajo,toda una experiencia.
    Ojalá que todo esto sirva para concienciar y conocer mejor al lobo y que pueda haber un entendimiento entre todas las partes en conflicto.Hace unos dias leía que se matarán varios lobos en Zamora,aprobado por La Junta.Esto me entristece y me hace pensar que los de las escopetas se frotarán las manos esperando dar muerte a alguno.Yo sigo pensando que el lobo es parte de nuestra historia y tiene derecho a tener su espacio.Ojalá en un futuro próximo se consiga.Para entonces habremos ganado en valores.

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