miércoles, 16 de julio de 2014

SOBRE GOLONDRINAS

La golondrina común (Hirundo rustica) es un ave con costumbres ligadas al hombre, característica de pueblos y campos y quizá por ello, bien conocida. Es inconfundible por su garganta y su frente rojizas, su dorso negruzco lleno de brillos y su pecho de color crema; el macho posee dos largas plumas en la cola, más cortas en la hembra. Su vuelo es rápido y generalmente rasante, con cambios de rumbo repentinos.

Como es bien sabido, la golondrina común es un ave migratoria que para reproducirse, ocupa todos nuestros pueblos durante la primavera y el verano. En los últimos años se ha detectado un adelanto progresivo en su llegada, quizá debido al aumento global de las temperaturas. Disfruta de una distribución amplísima a nivel mundial: se la puede observar desde Alaska a México, en Europa, en China o en Sudán. Se alimenta en vuelo de numerosos insectos voladores e incluso puede consumir libélulas y pequeñas mariposas.

Golondrina común

Esta especie es una de las más comunes en nuestro país, pero desde hace unos años sufre un importante declive. Según los datos disponibles, su tendencia parece decadente desde 1990, aunque en los últimos años es posible que en España se hayan perdido al menos 10 millones de estas bellas aves (¡¡un millón por año!!). Esta complicada situación ha hecho que en 2014 la golondrina común haya sido declarada por la Sociedad Española de Ornitología como “Ave del año”. Cada temporada –y desde hace ya unas cuantas- esta organización declara a una de las ave presentes en nuestro país con ese honorable título, un privilegio de especies amenazas o cuyas tendencias demográficas son negativas; en los últimos años ha sido también ave del año la pardela cenicienta (2013), la carraca europea (2012), el mochuelo europeo (2011) y el buitre negro (2010). Se pretende así -entre otros objetivos- llamar la atención sobre estas especies y sus amenazas.

La evolución de las poblaciones de golondrina es similar a la de otras especies vinculadas a las zonas agrícolas, que están sufriendo un declive generalizado. Por un lado, el modelo de agricultura intensiva que se ha implantado en las últimas décadas en nuestro país, no favorece a muchas aves, hasta ahora abundantes (un tema por cierto del que ya hablamos en este mismo blog:
http://llobuecoturismoymedioambiente.blogspot.com.es/2013/06/los-ecosistemas-agricolas-tambien.html). Las toneladas de insecticidas empleados en el campo suponen por un lado una pérdida del alimento la golondrina. También destacan entre sus amenazas la desaparición de lugares para nidificar: con el despoblamiento humano que sufren muchos de nuestros pueblos desaparecen también viejas casonas, establos y pajares donde estas aves construyen sus nidos. Conservar estas añosas construcciones y permitir que sigan siendo accesibles las golondrinas (no cerrando las ventanas por donde entran en vuelo a los lugares elegidos para nidificar) es una medida muy recomendable que os sugerimos a todos los lectores. Algunos nidos son también retirados con el argumento de que sus excrementos ensucian el suelo; mantener el nido es un “sacrificio” que debemos realizar a cambio de los miles de insectos que cada año, las golondrinas eliminan a nuestro alrededor. Por último, aunque era una práctica usual hace años, todavía algunas de estas aves mueren por disparos de escopetas de aire comprimido.

Para terminar hemos incluido en esta nueva entrada de blog una secuencia de imágenes relativas a la construcción de un nido de golondrina en la localidad zamorana de Vezdemarbán, (fotografiado por el naturalista y buen amigo Eugenio García Alfageme). Están realizadas entre el 10 y el 21 de Abril. Como muchos ya sabéis, el nido de esta especie es una hermosa estructura construida en unos pocos días en lugares protegidos -como pajares o cobertizos- y normalmente ubicada entre la pared y el techo; posee forma de media taza y está fabricado con pequeñas bolitas de barro (mezclado con saliva y pajas) que recogen en charcos y en orillas barrosas. El interior se hace confortable con plumas y pelos.

Aunque en Llobu no somos partidarios de realizar y publicar fotografías de nidos o camadas (para evitar molestias y posibles abandonos), en este caso ha sido fuerza mayor. El autor de estas fotos tiene la enorme suerte de que una pareja de golondrinas ha construido su nido en la habitación donde guarda sus perros y en la que tiene que entrar diariamente. Las golondrinas están en este momento –a mediados de Julio- criando su segunda puesta anual. ¡¡Enhorabuena Eugenio!! No todo el mundo tiene un nido de esta bella especie en casa. ¡Esperemos que te visiten muchos años!
















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